Los fines de semana los dedico a mi. No, no soy como los césares y me considero dios para ser adorado e idolatrado durante dos días. Es algo más sencillo, aunque no menos importante: me ocupo de LinkedIn.
Hace 30 años que presenté mi Proyecto Fin de Carrera. Incluso los que aún no han acabado sus estudios, han participado en muchas actividades que definen su perfil laboral y personal.
Pongo por ejemplo una de mis Tarjetas:
30 años en una línea que pone «Ingeniero Agrónomo» ¿parece muy poco, no?, pero no hay espacio para más. Una posible solución es tener una tarjeta por cada experiencia laboral, en mi caso, debería tener unas 40 o 50 diferentes. En cualquier reunión de Networking de las que organiza mi amigo (hasta ahora digital) Antonio Domingo, para llevar 10 de cada una debería ir con 500 tarjetas!
Si contacto con más de 10 interesados en un aspecto concreto de mi trabajo, sobre una de las otras tarjetas tendría que tachar a bolígrafo y poner la habilidad y conocimiento por el que está interesada la persona con la que quiere saber más de mí. (Al final habré entregado algo «poco profesional»
De ahí el título de este post, la respuesta mejor:
¿Mi tarjeta de visita? En LinkedIn la tienes. Siempre al día
A pesar de la introducción, este título te habrá sonado igual de raro que a mí cuando se lo escuché por primera vez a Marisa Picó, una verdadera experta en LinkedIn. Con sus enseñanzas, he llegado al nivel de «eminencia«, (he completado mi perfil la nivel que los gestores de la red recomiendan para que pueda ser compartido sin problema en otras redes).
Aquí tenéis «mi tarjeta de visita en LinkedIn». Como observaréis, aún no me he atrevido a incluir que soy blogger, podcaster y preocupado por la digitalización de los mayores de 45. Hasta que no vean la luz todos estos aspectos de un modo regular, creo que es demasiado pretencioso.
¿Entonces, eso de LinkedIn es como una tarjeta de visita bonita y actualizada?.
Ni mucho menos; es una red social, de hecho la mayor red social de profesionales del mundo, si, de profesionales, de todas las especialidades y de todo el mundo. Gracias a ello, simplemente usando los mismos sistemas que tienen las otras redes (grupos, hashtags -#-, búsquedas, etc…) estoy en contacto, a la vez, con toda la información que se genera en cualquiera de mis componentes del curriculum:
- Ingeniería.
- Agricultura.
- Jardinería.
- Formación.
- Seguros.
- Community Management.
- Social Media.
- Marketing Digital.
- Empleo mayores de 45.
Y muchos aspectos concretos de cada una de ellas, como son la Agricultura Ecológica, la Política Agraria, la Gestión de Riesgos en Agricultura…
Del mismo modo, participo en los debates, comparto información, e incluso podría, y probablemente moderaré uno o varios grupos para compartir temas que aún no se han abierto en la red.
Mucho trabajo para tener una tarjeta de visita y un curriculum
Mi compañero en este camino de la alfabetización digital, Luis Fernández, me lanzó no hace mucho esta pregunta: ¿Carlos, no te parece que es mucho trabajo ese que haces en LinkedIn para tener una tarjeta de visita y un curriculum?
Por supuesto, Luis, para hacer sólo eso hay otras herramientas, incluso colgadas en la red (ya sabéis de qué irá el contenido del podcast 😜), es que esto es una red! e hice una lista rápida de cosas que puedo hacer:
En el caso en el que mi situación laboral sea estable, puedo:
- Consultar con los mejores expertos de las especialidades que me interesan sobre lo que ellos conocen. En todo el mundo.
- Encontrar empresas que se dedican a mis sectores.
- Publicar todo lo que hago en el desarrollo de mi profesión.
- Encontrar oportunidades de mercado o tendencias en las que formarme para estar preparado con antelación.
Si soy un profesional libre:
- Difundir todos mis trabajos, mis proyectos, mi presente y mi futuro.
- Contactar con profesionales y empresas para ofertar mis conocimientos y servicios.
- Que me encuentre cualquier empresa o profesional que está en la red (400 millones en todo el mundo).
Si me estoy planteando buscar nuevo trabajo por cualquier causa:
- Todas las empresas de headhunting tienen acceso a mi perfil (que, como ya he dicho es mucho más que un curriculum).
- Las propias empresas pueden buscar cubrir directamente un puesto de trabajo y hacer estas labores.
- Simplemente con mi perfil, la red me facilita avisos continuos de ofertas, (con las condiciones que yo decida).
- Ofertar mis conocimientos a empresas y profesionales con los que esté contactado.
- Buscar recomendaciones de mis contactos a gente que ellos conocen en las empresas que me interesan
Y muchísimo más.
Por ejemplo, en el caso de Luis, la Fundación de Formación para la que trabaja puede estar en contacto con las Fundaciones que realizan la misma labor, con las empresas que contratan a los alumnos que forman, con empresas que tienen en sus objetivos la Responsabilidad Social Corporativa, con profesores de las especialidades que imparten…
Y contraataqué con una pregunta: ¿Ahora crees que gasto mucho tiempo?
Continuada con una mucho más importante:
¿Cuánto tiempo vas a esperar para que el perfil de la Fundación y de sus miembros esté en LinkedIn?
Al igual que en los anteriores post, te recuerdo que en esta web encontrarás video-tutoriales por medio de los que dedicándole un poco de tiempo y constancia, con apoyo de mis respuestas a preguntas en el podcast «Digital a los 50», videoconferencias de grupo temáticas (que me habéis pedido estos días), e, incluso sesiones de video personales de mentoring, como mínimo podéis conseguir lo que yo he alcanzado en el último año (en mucho menos tiempo).
Quedo a vuestra disposición para todas aquellas cuestiones que deseéis, por cualquiera de las vías de contacto que encontráis en mi perfil (buen truco para que me visitéis en LinkedIn).
Por último, no puedo dejar de incluir aquí un video, que aunque no es propio, creo que merece, y mucho la pena ver, es de Marisa Picó, y me encanta.
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